23 de agosto de 2010

Who's that woman?





Uno no debería dejarse llevar por una mera (pero magnífica y alucinante) secuencia de apertura a la hora de recomendar un film. Y mucho menos, como en este caso, asombrarse de que Charlton Heston interprete a un policía mejicano. Todo lo contrario. Por bizarro y noir que parezca el asunto, otro elemento de la historia brilla con luz propia. Sin duda alguna, el personaje de Janet Leigh, Susan Vargas, es la auténtica sorpresa de ésta joya de finales de los cincuenta.




Leigh interpreta a una recién casada que ve cómo su luna de miel se va al garete a raíz de una explosión de un auto, por lo que su marido, policía de profesión, ha de tomar cartas en el asunto. Ahí es cuando la historia comienza a revelar todas sus ramificaciones una a una, desembocando en un final digno de la última etapa del cine noir. Touch of evil no sólo es un thriller policial, sino la historia de Susan Vargas intentando reencontrarse con su marido a través de una serie de dificultades y peligros ajenos que son afrontados de una manera totalmente partícipe por su parte.




El personaje de Janet Leigh rehuye de ser una ordinaria ama de casa sumisa a su marido. Con su propia voluntad, unida a una innegable y arrollador carácter, (nunca vistos de forma tan clara en un personaje fílmico de la época) Susan reivindica su papel en el argumento, sin limitarse a ser un simple títere o cara bonita. Eso sí, el olor a porro final le frena cualquier aspiración previa, y Heston ejerce su papel dominante al final de la cinta.


No todo iba a ser tan maravilloso.

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